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La Sociedad Colonial

El día a día de la vida colonial estaba

marcado por la religiosidad. Las

campanas de las iglesias tocaban para

anunciar las horas del día y las prácticas

religiosas. Las fiestas cristianas

estaban conectadas con el calendario

agrícola de siembras y cosechas. Las

cofradías y otras asociaciones religiosas

agrupaban a la gente.

Los indígenas, que habían sido dominados por

medio de la religión, asumieron el cristianismo

como propio y lo integraron a sus creencias, muchas

veces al mezclar sus dioses con los santos, y

a las ceremonias católicas con sus prácticas anteriores.

A eso se llama sincretismo. El cristianismo

fue impuesto, pero una vez que los indígenas lo

integraron a sus creencias, fue el instrumento de

resistencia más eficiente que las

fugas masivas, los suicidios y los

levantamientos violentos.

Para toda la sociedad, las fiestas

eran muy importantes. Las fiestas

públicas las celebraban los cabildos

con gran frecuencia. Luego de las

ceremonias católicas y procesiones,

había bailes, grandes comidas y las

corridas de toros, que comenzaron poco después de

la conquista. Las fiestas familiares se realizaban por

acontecimientos como bautizos o matrimonios.

La alimentación se basaba en productos andinos

como maíz y papas y en aquellos que habían introducido

los españoles como carne de vaca y cerdo y

embutidos. Se preparaba tortillas de maíz y pan de

harina de trigo.

Blancos e indios

Luego del primer siglo de colonización, en la

sociedad existían grupos definidos. Los blancos

españoles, especialmente los de origen peninsular,

que eran miembros de la administración civil

y eclesiástica, encomenderos, obrajeros y comerciantes,

estaban en la cúspide de la pirámide social.

Controlaban la Audiencia, las cabildos, los

centros de produción económica y el comercio.

En la base de la estructura social colonial

estaban los pueblos indígenas, que sufrieron

cambios profundos, pero lograron mantener sus

comunidades, caciques y costumbres, que fueron

usados para gobernar y cobrar tributos.

Los españoles se apoderaron de tierras, pero

las comunidades indígenas lograron conservar

buena parte de las suyas. Aprendieron pronto

técnicas agrícolas, cultivo de plantas y domesticación

de animales venidos del viejo continente.

El quichua, que comenzó a ser difundido

por los incas, terminó por ser la lengua común

de los indios, por impulso de los misioneros.

Las diferencias sociales se garantizaban en

la “Legislación de Indias”, que mantuvo una división

entre la República de blancos, que agrupaba

a los colonos, y la República de indios. Así

mantenía cada cual su vida con sus derechos y

obligaciones, pero en una sociedad en la que

los unos estaban sometidos a los otros. De ello

no escaparon los negros esclavos, que estaban

en el sector más bajo de la sociedad.

Los Mestizos

 

Conforme avanzó la época colonial, con las

uniones entre blancos e indios y la venida de

los negros fue adquiriendo mayor importancia 

el mestizaje. Los mestizos ocupaban un espacio

social intermedio entre blancos e indios. Se dedicaban

a ciertas labores agrícolas, al mediano

comercio y la artesanía.

Los mestizos trataron de abrirse campo entre

los dos polos de la sociedad, blancos e indios,

y lograron el reconocimiento de ciertos “privilegios”

reservados a los blancos peninsulares,

pero quedaron relegados a una situación intermedia

y subalterna en la sociedad, puesto que

no podían demostrar “pureza de sangre”. Con el

paso del tiempo lograron el reconocimiento de

su identidad propia.

La división entre las dos “repúblicas” dio

paso a una sociedad con diversas castas o estamentos

de mestizos, como cholos, mulatos o

zambos. También indios “forasteros”, que ya no

vivían en su comunidad, o negros libres que se

habían liberado de la esclavitud.

 

 

by: Anita Lincango 2015

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